Los secretos nunca permanecen ocultos en el Sur.
Kallie.
Me enamoré de él cuando tenía siete años. Me raspé la rodilla y él me ayudó
llevándome adentro. Nuestra historia de amor fue la comidilla del pueblo hasta
que una mujer le dijo a todo el mundo que estaba embarazada de su bebé. La
única solución racional era largarme del pueblo y no regresar jamás.
Mi mejor amiga necesitaba un lugar donde esconderse, y no hay nada más
escondido que la granja de mi familia, así que volví. Por ella. Se suponía que
iba a ser temporal y que no iba a verlo, pero eso es lo que pasa cuando vives
en un pueblo pequeño donde todos se conocen.
Jacob.
Ser el sheriff de un pueblo pequeño nunca fue mi sueño. Mi
padre murió y mi hermano mayor se marchó, así que tuve que ser yo quien cuidara
de mi madre. Me quedé. Cumplí con mis deberes de hijo y protegí mi pueblo
natal. Mi vida no era perfecta, pero estaba contento. Hasta que me encontré con
un fantasma de mi pasado, Kallie. Pensé que era mi imaginación, no podía ser.
La amé la mayor parte de mi vida, pero ahora la odiaba. La fábrica de chismes
de la ciudad iba a toda marcha. Mantuve la cabeza gacha y la mente alejada de
la mujer que destrozó mi corazón cuando huyó. No me dio la oportunidad de
explicarme, no le importaba entonces. Yo no le importaba. Nunca se promete una
segunda oportunidad, pero ahora que tengo la mía justo delante de mis narices,
no estoy seguro de poder aprovecharla.
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