“Apuesto a que puedo desenredarte”.
En un reclamo de equipaje en el aeropuerto, Penny Darling levanta la vista de
su nudo de audífonos para encontrar al hombre más sexy que jamás haya visto.
Tiene un corte de pelo militar, una cicatriz en la ceja, y está vistiendo una
camisa de vestir rosa pastel como solo un hombre de verdad puede. Pero Penny
sigue una Dieta de No Hombres, por lo que abandona el aeropuerto sin sucumbir a
sus deliciosos dos sentidos... ni a sus hoyuelos soñadores.
El Investigador Privado Russ Macklin no puede apartar los ojos de Penny.
Mientras sale del aeropuerto con las caderas balanceándose y los rizos
rebotando, él sospecha que pueden compartir algo más que una química sofocante.
¿Esa maleta que está rodando detrás de ella? Se parece mucho a la suya.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario