¿Hacer unas prácticas? No hay problema. Llegar en hora. Preparar bien los
pedidos de café. Lo que sea, menos liarse con el jefe. Y menos sobre la mesa de
la sala de conferencias del trabajo. Parece que he quebrado una norma muy
importante. Eli tiene escrito "macho alfa" por todos lados. En él
todo es sexy y fuerte. Lo único que tenía que hacer era comportarme como una
buena becaria para la expansión del equipo de MLB. Al terminar las clases el
diploma de la maestría sería todo mío. Podría dejar mi enfermedad atrás y
perseguir mis sueños. No más encuentros con mi jefe, no más distracciones. Y
ninguna fantasía con respecto a él. Pero eso nunca sucedió. ¿Y esos mareos? No
debe ser nada. No puede ser que mi enfermedad haya vuelto. Y mucho menos el
secreto paquetito de alegría... Eso haría las cosas incluso más complicadas.
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