Ana Belle nunca quiso nada más que colgar su mandil, saltar a su Vespa y
conducir hacia el atardecer, dejando Sugartown en el polvo.
Elijah Cade nunca quiso nada más que una comida caliente, un lado de culo
caliente y un lugar suave para poner la cabeza en la noche en donde pudiera
olvidar su pasado.
Pero ya sabes lo que dicen sobre querer: siempre quieres lo que no puedes
tener.
Ana, la virgen de diecinueve años está a punto de descubrir que no muy cierto porque
un australiano dios del sexo de un metro noventa, más caliente que el infierno,
acababa de entrar al pueblo. Él tuvo que probar su pie y querer más – no
realmente, Ana horneaba pies para vivir, mente de alcantarilla.
Ella estaría dispuesta a entregar todo atado con un gran lazo rojo, solo había
un problema; Elijah tenía secretos más sucios que la ropa interior de la semana
pasada. Secretos que no solo romperían el corazón de Ana, sino que también
pondrían su vida en riesgo. Cuando aquellos secretos salen a la luz, su
relación es empujada a un punto de quiebre.
Agrega a eso una psicótica mejor amiga ninfómana, un padre sobreprotector, un
hermano pequeño más dulce de lo humanamente posible, un lascivo primo
mujeriego, el ex desde el infierno, y más pies de a los que puedes clavar un…
err… palo.
Y pensabas que los pueblos pequeños eran aburridos.
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