Ignazio Vitale no es un buen hombre.
Lo sospecho la primera vez que lo veo y siento la peligrosa atmósfera que rodea
a ese hombre. Tiene una forma de llamar la atención, de tomar el control, de
saber lo que estoy pensando antes de que incluso yo misma lo sepa.
Es alarmante y seductor. Oscuro y mortífero. Todo lo que alguna vez he querido
pero la última cosa que realmente necesito. Una obsesión.
No le toma demasiado tiempo enredarme en su red, meterme en su cama y atraparme
en su vida, una vida de la que no sé nada hasta que es demasiado tarde. Tiene
secretos, secretos que no puedo comprender, secretos que me impiden alejarme
sin importar cuánto le ruegue que me deje ir. Lo veo en sus ojos a veces, una
oscuridad que es tanto aterrorizante como emocionante. Es un monstruo envuelto
en un bonito paquete, y lo que encuentro cuando lo desenmascaro lo cambia todo.
Quiero odiarlo.
A veces lo hago.
Pero no eso no evita que lo ame también.
Torture To Her Soul
No lo digas a menos que lo digas en serio…
Es un concepto simple, uno que repito una y otra vez, pero algo que la gente no parece comprender. Debes elegir cada sílaba con cuidado, porque nunca sabes cuando alguien te tomará la palabra.
Alguien como yo.
No soy un buen hombre. No lo soy. Lo sé. Hay suficiente oscuridad en mi interior como para librar al mundo de cada punto de luz. Pero hay uno al que nunca podría causarle daño, una luz que no me atrevería a apagar.
Karissa.
Ella piensa que soy un monstruo, y tal vez lo soy. La humillé con mis caricias, me excitaba torturar su alma. Pero no soy el único. El mundo está lleno de monstruos, y no soy el más peligroso que hay.
Ni siquiera estoy cerca a serlo…
Que Dios me perdone, pero la amo.
Lo hago.
Y que Dios ayude a cualquiera que trate de alejarla de mío
Target On Our Backs
La mejor manera de mantener tu palabra es nunca darla.
No hace mucho, en una capilla de Las Vegas, juré amar a Karissa el resto de mis
días. Pero nadie ha prometido un número infinito de mañanas. Nadie lo ha
prometido para siempre. A veces, todo lo que nos queda es el hoy.
Carpe Diem.
Aprovecha el día.
Debería haber terminado, deberíamos haber sido felices, pero la gente me está
haciendo difícil vivir en paz. Tengo tanta sangre en las manos que nunca
estarán limpias, y alguien ahí fuera parece querer que yo pague por ello. Un
Felices Para Siempre Después de todo tiene un costo, uno que cualquier hombre
de verdad estaría dispuesto a pagar. Pero eso no significa que vaya a dar la
vuelta y aceptar estas consecuencias.
¿Porque cuando se trata de la mujer que amo?
¿La vida por la que he luchado?
Nadie está a salvo.
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