Su deseo se convierte en placer...
Max Westin. Sexo encarnado. Podría olerlo, sentirlo acercándose. Todo en él era
un poco áspero, un poco arenoso. Una criatura primitiva. Al igual que ella.
Él sostuvo su mano demasiado tiempo, su mirada pesada claramente indicando sus
intenciones de tenerla. De domarla...
"Vistoria".
Su nombre, sólo una palabra, pero dicha con tal posesividad que casi podría
sentir el collar alrededor del cuello.
"Está en tu naturaleza", murmuró. "El deseo de ser
tomada".
Un juego en el que lo único real es la pasión...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario