Hace cuatro años mi vida cambió para siempre.
Un beso.
Un momento.
Cinco palabras.
“Disfruta de todas las pequeñas cosas”.
Eso es lo que dijo Ryker la noche antes de desaparecer de
nuestras vidas.
Entonces eso es lo que hice. Viví cada día como si fuera el
último, abrazando todo lo que la vida tenía para ofrecer.
Ahora ha vuelto a la ciudad y se queda conmigo como un
favor a mi hermano.
Estar a solas con Ryker es peligroso.
Sus ojos me embriagan.
Su toque me tienta.
Ya no me mira como si fuera una niña pequeña.
Y estoy ignorando el hecho de que es el mejor amigo de mi
hermano.
Me desafió a vivir.
Lo reté a amar.
El primer beso casi me mata.
Pero el segundo me devolvió la vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario