Me prometieron a un monstruo… y hoy vino a cobrar.
La vida de Anya Petrova se hace añicos en el momento en que Dominik Reznikov
aparece en la puerta de su familia: alto, frío y terriblemente controlado. El
temido ejecutor de la
Bratva Volkov no está aquí para cortejarla. Está aquí para reclamarla.
La deuda de su padre ha vencido. ¿El pago? Su mano en matrimonio. No habrá
negociación. No habrá escapatoria. No habrá piedad.
Arrastrada a un mundo de sangre y poder, Anya está atada a un hombre que no
muestra debilidad ni ternura, solo un dominio despiadado
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