WARD'S SIREN

 

 

Yo solo era una analista de datos. Pagaba mis impuestos puntualmente. Solía darle de comer a un gato que no era mío y preparaba galletas para la oficina. Era una chica buena.E ntonces, ¿cómo es que mi recompensa fue acabar sin blanca, averiada y tirada en la cuneta con todo lo que poseía amontonado en la parte de atrás, y todo porque me perseguía la mafia? Pero, por otro lado, debía de quedarme algo de suerte, o él no se habría parado. Mi héroe misterioso. Un hombre tan guapo que me dejó sin aliento y lo reclamó como suyo, como un botín de guerra. Me pidió que subiera a su coche y me hizo sentir que se encargaría de todo. Desde luego, parecía más que capaz. Tanto por su intimidante envergadura como por la forma en que estaba sentado en el asiento trasero de su caro coche, con un aire más de señor de una mansión, simplemente irradiando poder. Pero también había algo peligroso en él. Algo oscuro y oculto, justo bajo la superficie. La forma en que su mirada ardiente se clavaba en mí, como si tuviera el poder de desnudarme y mirar en lo más profundo de mi alma para así juzgar su valor por sí mismo. Por eso le había dicho que no. Una respuesta que, por lo visto, no estaba acostumbrado a recibir. Pero, en lugar de enfadarse, se limitó a esbozar una sonrisa ladina y decirme que tenía el presentimiento de que volvería a verme. Que el destino intervendría. Y que, cuando lo hiciera... reclamaría a su sirena perdida.