Mi auto se averió justo frente a la cabaña de un malhumorado oso cambiaformas, en medio de la nada.
Casualmente, resulta ser el mejor amigo de mi hermano mayor… y la última
persona con la que querría quedarme atrapada.
Pero empezó a nevar.
Y considerando que mi brutal prometido viene pisándome los talones, esconderme
con el gruñón oso parece una mejor opción que arriesgar mi vida tratando de
escapar en plena tormenta.
Cuando su bestia enloquece y me muerde en un intento por reclamarme como su
pareja, todo se complica rápidamente.
Tenemos que luchar contra nuestros impulsos de romper el vínculo que él ha
comenzado entre nosotros, o corremos el riesgo de vincularnos de forma
permanente.
Sin mencionar que mi prometido, literalmente, me mataría.
O que los osos cambiaformas no se quedan con sus parejas.
No puedo darme el lujo de ceder a la lujuria… aunque empiece a parecerse un
poco al amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario