Rebeca Blackmoore es una joven con un carácter difícil. Es arisca, impetuosa, y
no tiene ninguna duda de que, en algunas ocasiones, el único lenguaje aceptable
es el de las armas. Solo ella sabe qué la hizo convertirse en la mujer que es
hoy día.
Tras el matrimonio de su hermana mayor decide marcharse con su excéntrica y
rica tía Elspeth a descubrir mundo, pero pronto sus planes se truncan cuando el
hijo de Elspeth y heredero de la fortuna familiar fallece en un accidente
absurdo.
Ahora el heredero es un pariente lejano que no tiene ninguna intención de
cuidar de ellas. Pero no todo está perdido. La solución pasa por encontrar al
primer hijo de su difunto esposo, convertido en un ermitaño y refugiado en un
lugar desconocido, que renunció a su apellido años atrás por problemas con su
progenitor.
Rebeca acepta emprender su búsqueda para ayudar a su tía. Para ello recurre a
un buscavidas, un sinvergüenza que trafica con antigüedades, y que parece ser
él único que conoce el paradero del heredero de los Cotton. Sirenas falsas,
reliquias malditas y asesinos despiadados es algo con lo que Rebeca puede
lidiar.
¿Pero podrá lidiar también con algo tan peligroso como el amor
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