Conejita
Era la noche antes de Navidad y yo estaba embelesada por la peste que tenía un
juego enfermizo que jugar.
Me secuestró y me llevó en lo profundo de la noche,
Encerrada en el bosque, sin piedad a la vista.
Sin regalos, sin villancicos, sólo un plan y una sonrisa,
una noche prohibida y desquiciada donde todo se convierte en pecado.
Soy la conejita a la que hay que cazar y de la que hay que avergonzarse,
Mi hermanastro, el desquiciado, no muestra rastros de haber sido domado jamás.
Enmascarado como una amenaza, sus ojos verdes arden brillantes,
Él es el cazador, implacable, queriendo probar cada gota de mi miedo.
Soy su marioneta, su presa, sin esperanza a la vista,
Perdida en su oscuridad, consumida por su noche.
Peste
Era una fría noche de Noel, en lo profundo del bosque,
Mi conejita, corriendo tan rápido como podía.
Esta Navidad, está atrapada en mi trampa pecaminosa,
Su cuerpo, su placer, su miedo al descubierto.
Sus ojos abiertos de horror, su cuerpo tan apretado,
Huyendo de mí, a través de esta cruel noche de invierno.
He esperado esto, su suave piel encadenada,
Un retorcido juego de tormento y vergüenza impía.
Ella cree que puede huir, pero la verdad siempre está cerca...
Los conejos no escapan cuando la plaga está tan cerca.
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