Se suponía que sería solamente un trabajo de niñera a tiempo parcial. Luego
llegó la pandemia. Ahora estoy en cuarentena con tres chicos en su aislada casa
del lago.
¿Y teniendo en cuenta las cosas que planearon para mí?
Las cosas podrían estar mucho peor. Bryce, el pintor morocho y buen mozo, cuyo
hijo estoy cuidando. El millonario artista está tratando de recuperar su chispa
creativa... Y un poco de chispeante diversión conmigo, termina siendo el
impulso que necesita.
Liam, el comerciante de arte inglés que me recuerda a David Beckham. Se pasa la
mayor parte del tiempo nadando en el lago, y se pasea sin camiseta, y me guiña
el ojo creyendo que lo estoy mirando. Pax, su contador y asesor financiero.
Alto y delgado, tiene un sentido del humor que me hace sonreír a pesar de este
virus mortal.
Paso mis días cuidando al bebé, y noches de placer apasionado y sudoroso,
siendo compartida por estos tres hombres increíbles, para olvidarnos un poco de
la pandemia.
No sabemos cuánto tiempo estaremos atrapados en esta casa del lago. Así que
podríamos sacar partido de ello, ¿no?
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