A pesar de conocer a Bastián de toda la vida, Davina no lo considera su amigo.
En realidad, ella no lo considera de ninguna manera, entonces, ¿cómo terminó
aceptando estar en una relación falsa con él? Ella no lo sabe con exactitud.
Porque claro, ¿qué podría salir mal al estar en una relación falsa con alguien
con quién no puedes estar ni cinco minutos sin discutir? La respuesta es
sencilla: Todo y mucho odio. ¿Quizás algo más? Pero a veces, la línea entre el
odio y el amor es tan delgada, como la línea entre el amor al odio. Y con ellos
no sabemos qué línea se romperá primero. Lo que sí sabemos, es que al final se romperán
los dos.
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