Lo ve todas las mañanas a la misma hora, en el mismo vagón del metro.
Es un joven guapo e irresistible que la mira con deseo, la desnuda con los
ojos.
Un día la distancia entre ellos se acorta. Sus cuerpos se tocan y se encienden.
Asegúrate de no llevar bragas la próxima vez que te vea, le dice entonces el
desconocido del metro.
Un relato erótico que narra el desenfreno entre una mujer madura y un chico
joven entregados a sus más bajos instintos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario