01.- Erase Una Vez... El Placer
Él le enseñó a ella lo que era el PLACER y ella le enseñó a él lo que era el AMOR.
Adriana está rota.
Adriana se rompió en pedazos el día que su novio la dejó por otra.
Adriana ha reducido su vida al trabajo y a estudiar la oposición.
Adriana cumple veinticinco años con el deseo de pasar desapercibida.
Adriana no da crédito cuando sus amigas le regalan una invitación para ir al Templo del Placer.
Adriana pone el grito en el cielo, pero, por azares de la vida, termina aceptando la invitación.
Adriana va a conocer a Álex.
El Templo del Placer es el club de escorts masculinos de lujo que está arrasando en Madrid desde que se abrió hace casi un año.
Todo en el Templo del Placer es elegante, sofisticado, sensual, misterioso… También los Maestros del Placer que trabajan en él.
Álex es el escort más reconocido.
Álex sabe lo que vale y por qué lo vale.
Álex es un hombre a ratos superficial, narcisista y frívolo. Pero también es culto, elegante y espectacular.
Álex irradia seducción por cada poro de la piel.
Álex sonríe como nadie y fascina como pocos.
Álex no rompe las normas. Nunca se quita la máscara tras la que oculta su identidad, nunca besa en la boca a sus clientas y nunca habla de su vida privada… Nunca…, ¿hasta ahora?
Esta no es una historia de castillos ni príncipes. No es una historia de princesas a las que rescatar de altas torres. Es una historia actual, osada, sensual, atrevida, chispeante, sexy… Donde los protagonistas harán frente a sus miedos, a sus prejuicios y a los convencionalismos sociales. Una historia que te enseña que un cuento se puede escribir de muchas formas.
02.- Erase Una Vez... El Amor
Él le enseñó a ella lo que era el PLACER y ella le enseñó a él lo que era el AMOR.
Adriana trata de retomar la rutina.
Adriana sabe que no volverá a ser la misma después de que Álex haya pasado por su vida.
Adriana sabe que lo que ha vivido con él no lo va a vivir con nadie.
Lo que Adriana no sabe es que el cuento no ha acabado, que el cuento continúa…, porque las historias se pueden escribir de muchas formas.
Álex se da cuenta de que sacarse a Adriana de la cabeza no es tan fácil como había pensado.
Álex se niega a aceptar lo que siente. Se lo repite mil veces, para ver si se lo cree, pero descubrirá que no se puede huir de los sentimientos.
Álex va a tener que hacer cara a sus miedos y a sus inseguridades si no quiere perder a Adriana para siempre.
Álex se va a quitar todas las máscaras.
Fuera de la burbuja del Templo del Placer, Adriana y Álex tendrán que enfrentarse a la realidad, ese verdugo que en raras ocasiones muestra piedad. ¿Lograrán que su amor sobreviva a ella? ¿Lograrán ellos sobrevivir a lo que sienten?
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