Rosalie.
Tengo un plan. Una meta. Nunca se me ocurrió lo protegida que estaba hasta que
jugué... y fallé una partida de «Yo nunca». Ahora tengo una lista de primeras
veces que quiero vivir.
Y solo hay una persona que me puede ayudar con ello.
Grayson es todo lo contrario a mí. Tatuajes, pelo oscuro, piercings. Lo que
sea, seguro que lo ha hecho.
Y ahora voy camino de pedirle que me quite la virginidad y me muestre su mundo.
Cómo vive. Cómo puedo ser como él.
Grayson.
Un ángel.
Esas son las primeras palabras que me vienen a la mente cuando veo a Rosalie
parada afuera de mi puerta, sosteniendo una lista de cosas sucias por hacer en
sus manos, rogándome que la corrompa.
Debería decir que no. Todo dentro de mí me dice que esto es una mala idea.
Soy el malo, el jodido, el que no tiene relaciones.
Ella es una buena chica, inocente y cree en el amor.
Esto nunca funcionará.
Entonces ¿por qué quiero decir que sí?
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