Carolina es de esas mujeres que no pasan desapercibidas: elegante, segura, de
las que dejan huella al pasar. Pero no siempre fue así. En su adolescencia era
más bien desgarbada y poco desarrollada para su edad. Nada que ver con Leo, ese
chico que ya entonces sabía que era guapo… y lo sigue sabiendo. Siempre rodeado
de chicas.
Sus caminos se cruzaron hace años, cuando las cosas eran muy distintas, y ahora
el destino —o más bien Hacienda— los vuelve a juntar. Carolina, convertida en
inspectora, tiene que auditar la empresa de Leo.
¿Se reconocerán? ¿Se vengará ella de todo lo que la hizo sufrir en el pasado?
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