Doscientos mil dólares no cubren el precio de enamorarme del hombre equivocado.
Plantarle cara a un desconocido por ser duro con una niña: normal.
Descubrir después que es mi jefe millonario: problemático.
Que me ofrezca doscientos mil dólares por pasar el verano con él: peligroso.
Hay tres reglas para sobrevivir a Adrián Sterling: mantén la distancia, no lo
desafíes, y definitivamente no fantasees con él.
Las rompo todas en el primer día.
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