El día de su boda, Patricia Cotter, la señora viuda de Pruett, firmó un contrato en el que se comprometía a lo siguiente
1. Nunca miraría la cara de su marido.
2. Nunca quitaría las sábanas que cubrían los
espejos.
3. Nunca preguntará a su marido por su pasado.
A cambio de hacer estas cosas, tendrá un lugar seguro para su futuro hijo y se
acabarán sus preocupaciones. No tiene nada que perder si acepta las condiciones
de su marido. Sí, ella ha oído los rumores sobre el Sr. Stephen Bachman. Se
dice que mató a su primera esposa, aunque no hay pruebas que lo condenen por el
crimen. Es distante y nunca sale de su mansión. Es prácticamente un prisionero
en su propia casa.
Pero a medida que lo va conociendo, empieza a creer que su marido no es la
bestia que todo el mundo ha hecho ver. Puede que haya un caballero al que
merezca la pena amar bajo su dura apariencia. La cuestión es si podrá conseguir
que deje atrás el pasado para que se abra a la posibilidad de un romance de
cuento de hadas.
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