Reconozco un As cuando lo veo. Y esta mujer, mi Ace of Hearts, es la única jugada a la que no puedo resistirme.
Es astuta, contando cartas y jugando en mi casino. Pero nadie me roba sin
consecuencias.
Ace puede pensar que se sale con la suya, pero yo vigilo cada uno de sus
movimientos.
Dirijo el lado oscuro de Las Vegas, y pronto le mostraré lo largo que es mi
alcance. No soy el único que quiere a esta dulce estafadora, pero soy el único
que la tendrá.
Mi Ace of Hearts me pertenece solo a mí, lo sepa ella o no.
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