Lo primero que vi de Madison Shore fue su ropa interior cuando ella se tropezó
con mi silla en una boda y acabó cayendo encima de mí. Aunque pude ver mucho
más de ella a lo largo de esa noche.
La segunda vez que coincidimos fue en mis oficinas de Londres; resultó que era
la periodista que iba a escribir un artículo sobre mí.
Para mantener el control de mi empresa después de sacarla a bolsa, necesito
convencer a la junta directiva de que me tomo los negocios mucho más en serio
de lo que sugiere mi reputación de playboy, por lo que Madison tiene mi futuro
en sus manos.
La ironía es que necesito convencer a una mujer con la que me fui a la cama el
pasado sábado por la noche de que no soy el mujeriego que todo el mundo piensa…
lunes, 22 de mayo de 2023
Alta sociedad - Louise Bay
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