La curvilínea ladronzuela no se conforma con robarle la cena al abogado
penalista. También quiere su corazón.
Maddie
Qué manera de conocer a mi nuevo vecino. Accidentalmente robé su cena. Culpa
mía. ¿Cómo iba a saber que la bolsa de reparto que estaba en la puerta de mi
casa no era para mí?
Y lo que es peor, mi ardiente e iracundo vecino resulta ser el hermano mayor de
mi nueva socia.
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