Desde que Brie Carringdon conoció a Dominic Serrault supo qué clase de hombre era él. De esos que siempre obtenían lo que querían.
Desde que Dominic Serrault contempló la innegable belleza y exquisitez de Brie Carringdon, supo que no podría dejarla sola en esa noche de tormenta. Se imaginaba su cabello extendido brillando como fuego y ella, preparada para recibirlo en sus abrazos, envolverlo en su abrazo de terciopelo.
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