Hace quince años atrás, lo vi.
Hace siete años atrás, le supliqué.
Encerrados en un retorcido juego de amigos, le entregué todo a Theo Von Bremen.
Fuimos imprudentes.
Fuimos intrépidos.
Estábamos locos de amor.
Hasta que él llegó.
Cade infundió fuego en mi alma, cambiando mi dirección para siempre.
Él fue mi salvación.
Yo fui su redención.
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