Sofie vive a la sombra de Felicitos, la estación de paso anclada que se construyó para canalizar la riqueza mineral de Garmen hasta la parte superior de la atmósfera, donde se carga en las naves espaciales. Dado que Garmen es un planeta Separatista que no forma parte de la Coalición de la Cadena Verde, las empresas que lo controlan son libres de dirigir las cosas como les parezca, y Sofie forma parte de la resistencia que quiere acabar con su dominio.
Sin embargo, su principal objetivo es alejarse de Garmen y dejar atrás la
monotonía y la violencia. Ese objetivo se complica por su relación con Leo
Gaudier, un sombrío señor del crimen cuya habilidad para engañar a las empresas
propietarias de Garmen es algo que ella admira. Y cuando tropieza con la nueva
y terrible dirección que están tomando las empresas, una alianza secreta que pondrá
en peligro a todos sus seres queridos, ve cómo se le escapan las posibilidades
de escapar.
Leo es demasiado consciente de que no sabe lo suficiente sobre Sofie, algo que
su propio equipo de seguridad no tarda en señalar, pero no puede mantenerse al
margen. Cuando Sofie le revela sus vínculos con la resistencia, y le muestra
que quienes controlan Garmen han empezado a nadar en aguas peligrosas, se da
cuenta de que su plan para derrocarlos en una cuidadosa operación de mil golpes
ya no es viable. Ha llegado el momento de dar un golpe único y letal... y eso
no se hará sin consecuencias...
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