Se suponía que no volvería a verlo. Él era el hombre que llevaba el traje perfectamente confeccionado y que rezumaba una mezcla embriagadora de riqueza, rebeldía y atractivo sexual.
Una noche.
Sin ataduras.
Sin nombres.
Gran sexo.
Todavía con el subidón de la noche anterior, entro para conocer a mi nuevo cliente, y lleva la misma sonrisa peligrosa que me atrajo hace unas horas.
Sí, estoy consultando para Callahan Sharpe. Y sí, es ese Callahan Sharpe.
Un heredero multimillonario que no respeta ninguna regla, que se salta las convenciones y que está decidido a completar un último proyecto para honrar el legado de su difunto padre antes de abandonar el negocio familiar para siempre. Por suerte y por desgracia para mí, me han encargado que vaya a las Islas Vírgenes para ayudarlo a cumplir su objetivo. Callahan no tiene problema en romper la regla de no confraternización de su empresa, pero yo no. Hay demasiado en juego.
¿Qué podría salir mal cuando te ves obligada a trabajar -y vivir- al lado de un hombre al que no puedes resistirte?
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