Uno nunca debería casarse por odio. Uno nunca debería tomar voluntariamente un alma inocente y aplastarla, solo para demostrar algo. Pero si conocieras a Cameron Lennox, entenderías por qué elegí castigarlo.
Tomando a su hermanita y cambiándola de mi perfecta pequeña asistenta a mi
perfecto pequeño juguete.
Seré el jefe al que ella no pueda resistirse.
Tanto en la oficina como en el dormitorio.
Haré que me desee.
Que me necesite.
Que me anhele.
Que se case conmigo.
Y eventualmente, cuando sea el momento adecuado, le romperé el maldito corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario