¿Qué pasa cuando todo lo que quieres es lo único que no
puedes tener?
Mi nombre es Sevin. Educado en casa y protegido por mi ultra-religiosa familia,
siempre me enseñaron que la lujuria era un pecado. Ella fue la chica que había
sido cuidadosamente elegida para mí. Después de un noviazgo de larga distancia,
me mudaría a la casa de invitados de su familia para poder conocernos en los
meses previos la boda. Se establecieron límites: sin toques inapropiados, sin
besos, sin sexo antes del matrimonio. Había aceptado esas reglas y mi destino.
Hasta que conocí a aquella con la que quería pecar. Fue entonces cuando los
límites se convirtieron en un problema... sobre todo porque esa persona no era
Elle. Era su hermana, Evangeline. Ya sabes lo que dicen sobre los planes mejor
trazados.
Mi nombre es Sevin, y he pecado.
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