Un compromiso anunciado a destiempo hizo saltar todas mis alarmas. Si mi novio
Sergio no le paraba los pies a su padre en algo tan importante, ¿cómo esperaba
que confiase en él?
A todo esto, no me he presentado. Me llamo Alba y trabajo como pediatra en una
lujosa clínica de la que es dueña mi familia política esa que, por ser tan
adinerada, cree que todo tiene un precio.
Para que sigáis el hilo, os presentaré también a Héctor, un psiquiatra con
envoltorio de bombón que aspira a ser feliz sin tanto cuento y cuya atractiva
sonrisa provoca infartos a su paso.
Mi boda ya está programada, pero si podéis sacar alguna conclusión es que,
mientras mis labios no pronuncien el famoso “sí, quiero”, todo puede pasar en
esta divertida y, a la par, emotiva historia.
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