Paris Peralta es arrestada en su propio cuarto de baño: está cubierta de
sangre, sosteniendo una navaja de afeitar y su famoso esposo yace muerto en la
bañera. Pero a pesar de lo terrible que parece, no es el inevitable cargo de
asesinato lo que más le preocupa. Los medios se lanzan como sabuesos y no la
dejan en paz. Es solo cuestión de tiempo antes de que alguien de su largo
pasado oculto la reconozca y destruya la nueva vida que se ha esforzado tanto
en construir.
Veinticinco años antes, Ruby Reyes, conocida como la Reina del Hielo, fue condenada
por un asesinato similar en un juicio que conmovió a Canadá a principios de los
noventa.
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