Gaiane trabaja en la tienda de sus padres. Pero tiene un sueño, ser cantante, subirse a un escenario y vibrar con su público. Así que se dedica a ir a todas las audiciones que encuentra. Pero se le dan fatal por culpa de lo nervios. Bah, seis meses más haciéndolas y ya estaría preparada. Iba mejorando poco a poco. Puede que en la última se le hubiera olvidado la letra, pero eso le pasaba a cualquiera. Sólo necesitaba una oportunidad para demostrar lo que valía y lo iba a conseguir a pesar de lo que opinaba ese Bergmann. ¿Qué sabía él? Que fuera uno de los mejores productores musicales del país y que no pudiera ni verla no iba a desanimarla. Ah, no.
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