En el mundo del espectáculo se me conoce como el tipo que asume los mayores
riesgos y recoge las mayores recompensas. Solo hay un riesgo que me niego a
correr: mezclar los negocios con el placer.
Sin embargo, el universo tiene otros planes para mí cuando pone en mi camino a
esta pequeña petardo con curvas. Una mirada y estoy dispuesto a tirar mis
reglas por la ventana y hacerla mía, cueste lo que cueste.
¿A quién le importa si mi discográfica hace negocios con su familia? A mí no.
Ella lo vale.
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