Preston Phillips arruinó la vida de Alex Hart. Destruyó su banda, rompió su
corazón y todo su mundo colapsó en el proceso.
Hasta que su nueva banda, Spitfire Junction, vino a su rescate.
Ellos necesitaban un batería y su mánager pensó que él sería la persona
perfecta para el trabajo. Alex está determinado a mantener las cosas de modo
profesional y lograr que las cosas realmente funcionen con su nueva banda.
Pero Johnny Scott (galán, pícaro y un coqueto empedernido) le ha estado echando
el ojo desde que atravesó la puerta. Y cuando se van de tour, Johnny y Alex se
encuentran a solas demasiado a menudo.
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