A veces la vida te brinda una segunda oportunidad. Una en la que todas las
piezas encajan y no hace falta lanzar más dados al viento.
«No todas las historias de amor comienzan con un beso. Yo me enamoré de él
mucho antes de besarnos».
Sara acaba de descubrir que no hay nada peor que mirarse al espejo y no
reconocerse. Desearía desaparecer de su propia vida porque siente que lo tiene
todo y no es suficiente. Ansía recuperar algo que ni siquiera sabe que ha
perdido, pero que es lo único que necesita para ser feliz: amar y ser
correspondida.
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