Un alfa que lo dejó todo para acudir a la llamada de la batalla, y el omega que
se negó a esperarlo...
Cuando Emmett se fue, destrozó mi corazón. Me tomó años volver a juntar los
pedazos rotos, y ahora ha vuelto, actuando como si pudiera continuar donde lo
dejó.
Es posible que la manada aún lo reconozca como su líder legítimo, pero si cree
que va a funcionar conmigo, está completamente equivocado. No soy un chico
frágil y enamorado que abandonó sin cuidado.
Pero por mucho que intente apartarlo, hay algo en él que sigue metiéndose en mi
piel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario