Aceptar dinero por sexo está mal, ¿no?
Alexandra Farrington ciertamente lo cree así. El trabajo que ha acordado hacer para su amiga no se supone que deba involucrar ningún sexo. Sin embargo, ningún hombre gasta tanto dinero en una lujosa suite de hotel y en una lencería pecaminosa sin esperar el mambo horizontal a cambio. ¿Y qué clase de hombre emplea a escoltas de todos m.odos?
Nathanial Longton no puede creer lo que ven sus ojos cuando la puerta se abre para revelar a su compañera de la noche. Nunca ha olvidado a la hija del ama de llaves. La chica con la que creció se ha convertido en una mujer hermosa y sexy, y lo que es más, es toda suya por una noche.
Tiene asuntos pendientes y, con ella a su merced, es hora de la retribución.
Si sólo se tratara de sexo... pero la sumisión de Alexandra despierta mucho más que su sádico interior.
Alexandra Farrington ciertamente lo cree así. El trabajo que ha acordado hacer para su amiga no se supone que deba involucrar ningún sexo. Sin embargo, ningún hombre gasta tanto dinero en una lujosa suite de hotel y en una lencería pecaminosa sin esperar el mambo horizontal a cambio. ¿Y qué clase de hombre emplea a escoltas de todos m.odos?
Nathanial Longton no puede creer lo que ven sus ojos cuando la puerta se abre para revelar a su compañera de la noche. Nunca ha olvidado a la hija del ama de llaves. La chica con la que creció se ha convertido en una mujer hermosa y sexy, y lo que es más, es toda suya por una noche.
Tiene asuntos pendientes y, con ella a su merced, es hora de la retribución.
Si sólo se tratara de sexo... pero la sumisión de Alexandra despierta mucho más que su sádico interior.
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