No era sólo un trabajo. Era mi camino de regreso a la cima.
Después de perder mi puesto de periodista en una de las mayores publicaciones de noticias del mundo, sabía que haría cualquier cosa para recuperarlo. Incluso si eso significara romper algunos corazones para llegar allí. Ella era la autora más sexy del país. Conocida sólo por su seudónimo, no había una persona viva que no se muriera por descubrir su verdadera identidad. Y yo me había dado cuenta. Su nombre real era Kate O'Malley y no sólo planeaba encontrarla, sino que tenía la intención de aprender todos los secretos sucios que tenía y explotarlos para mi propio beneficio.
Pero subestimé a mi presa. No anticipé cómo sus palabras me intoxicarían, o cómo las curvas de su cuerpo me consumirían. Nunca quise enamorarme.
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