Jamie.
Jake White es nuestro rey.
Un rey con una corona de espinas, un corazón de piedra y maldad en el alma.
Aunque lo esconde bien, bajo una hermosa sonrisa y unos ojos que te destrozan
el corazón. Pero el chico dorado de la Preparatoria Stoneview siempre ha tenido
un aura oscura a su alrededor. Como un secreto bien guardado. Una tiniebla que
nunca deja ver. La curiosidad mató al gato, Jamie. Mi mamá siempre me lo dice.
Nunca dijo que me metería en más problemas de los que podía manejar. Nunca dijo
que me lanzaría al oscuro mundo de Jake White. Y cuando no tan accidentalmente
descubro parte del pasado de Jake, finalmente aprendo las consecuencias de ser
una entrometida traviesa. La curiosidad no mata a este gato. Lo convierte en un
ratón con el que jugar. Al menos eso es lo que decidió Jake.
Jake.
Tres años. Eso es lo que mi gemela y yo tuvimos de libertad antes de que
nuestro pasado nos alcanzara. Nos iba bien, nos portábamos correctamente, no
nos metíamos en líos. Sobre todo, yo tenía el control. Pero los problemas
siempre encuentran una razón para volver a nosotros. Y cuando lo hace, Jamie
Williams está aquí para presenciarlo. Por la mañana supe de su existencia, por
la tarde me espiaba como una fangirl. Esta chica está desesperada por descubrir
qué hay detrás de la fachada de chico de oro que tuve la amabilidad de ponerme.
Que así sea. Tengo tiempo en mis manos, oscuridad en mi mente y cien maneras de
hacer que Jamie Williams se doblegue a mi voluntad.
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