Para detener una guerra en la mafia, me obligan a casarme con mi jurado
enemigo.
Un brutal, dominante y letalmente hermoso monstruo con un cuerpo creado para la
violencia. Ares Drakos, el nuevo rey de la familia Mafia Drakos, es el Dios de
la Guerra que lleva su nombre.
Y ahora, le pertenezco.
Nuestra profana unión está destinada a ponerle fin al derramamiento de sangre
entre irlandeses y griegos. Una creciente marea destruyendo todos los barcos.
Una pareja hecha en el infierno. Y si no podemos dejar de matarnos unos a
otros, el dicho de: “hasta que la muerte nos separe” podría suceder antes de
que podamos decir “Sí, acepto”.
No se supone que sea real. Hasta que se convierte en otra cosa.
Algo oscuro, peligroso y deliciosamente desviado.
El Dios de la Guerra podría estar invadiendo mi cama, mis sueños y todos mis
pecaminosos deseos.
Pero hay una cosa que nunca conquistará.
Mi corazón.
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