Tal vez Mónica se habría negado a ir a esa reunión de antiguos alumnos si
hubiera sabido hasta qué punto cambiaría su vida, siempre tan ordenada y
calculada al milímetro. Su mundo se puso patas arriba y tuvo que empezar a
aceptar que no se puede controlar todo y que vivir es algo más que trabajar y
tener la mente siempre ocupada. A través de diálogos con ella misma y con el
resto de personajes descubriremos por qué ha llegado a ser cómo es y cuánto le
faltó por vivir. Aprenderá a querer y a ser querida, pero también se dará
cuenta de que no todo el mundo es como parece ser y de que el amor puede estar
en el sitio más inesperado. Porque también se puede vivir al revés.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario