Todos los monstruos necesitan a alguien que los entienda. Nunca pensé que sería yo.
Como psicóloga recién graduada, pensaba que estaba preparada para cualquier
cosa. Entonces conocí a Axel Morrison, carismático, brillante y el recluso más
peligroso del centro. Un hombre cuyo violento pasado debería haber enviado
señales de alarma a mi mente.
En cambio, me sentí atraída por él. A la oscuridad que se ocultaba tras esos
penetrantes ojos verdes que parecían ver a través de mi fachada profesional las
sombras que he pasado toda una vida negando.
Cada sesión de terapia se convierte en una danza peligrosa. La línea entre
médico y paciente se difumina con cada sesión. Mientras se supone que lo
analizo, él me desmonta metódicamente, pieza a pieza.
Mis colegas me lo advierten y mi formación me pide a gritos que mantenga los
límites. Pero la atracción entre nosotros es eléctrica, inevitable y
completamente prohibida.
Siempre he sido la chica buena, la ansiosa superdotada desesperada por ayudar a
los demás. Ahora lo arriesgo todo: mi carrera, mi libertad, mi cordura, por un
hombre que destruye todo lo que toca.
¿Y lo más aterrador? A medida que crece su obsesión por mí, también crece la
mía por él.
Dicen que todos estamos a una decisión del desastre. Yo he tomado la mía. Y los
muros de esta prisión ya no protegen al mundo de él: me aprisionan a mí con mis
deseos más oscuros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario