¿Quién necesita un plan perfecto cuando puedes tener un poli que te desarma con
la mirada… y sin pistola?
Vale. Lo confieso. Me llamo Agustina , pero prefiero que me llames Tina .
Obvio, ¿no? Y he hecho una tontería. De las gordas.
Resulta que me he enamorado del hombre equivocado (como si fuera la primera
vez… ejem) y, para colmo, él está coladito por otra . ¿Y qué se me ocurre? Pues
lo más lógico del mundo: fingir que tengo algo con otro tío para darle celos y
hacerle ver que, en realidad, me quiere. Porque claro… eso siempre sale bien.
Spoiler: no
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