Lola ha aprendido desde muy pequeña a ser fuerte e independiente.
Trabajar como subinspectora en la comisaría donde su padre es el jefe ha
reforzado esos rasgos de su carácter.
Ella solo quiere a los hombres para una cosa, y así le va muy bien, hasta que
lo conoce a él.
Cuando Nacho se incorpora a su nuevo destino laboral, lo último que espera es
encontrase allí a Lola, la mujer con la que se había acostado la noche
anterior.
Además, aún no saben que les tocará colaborar en un complicado caso, con mafia
rusa incluida.
¿Logrará Lola dejar atrás todas sus convicciones?
¿Podrá trabajar Nacho con ella, apartando sus sentimientos?
¿Conseguirán salir ilesos de este caso?
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