Hace mucho que estamos solos.
Sin novias, sin hembras para calentarnos durante las largas noches. Sin dulces compañeras.
Pero las vemos, de lejos, novias que podrían ser nuestras.
Alejadas de nosotros por muros y armas. Las hembras que anhelamos mucho.
Obsesivamente.
Hembras humanas.
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