He intentado con todas mis fuerzas ser buena. Papá no tolera la desobediencia y yo nunca iría en contra de sus deseos. Eso es hasta que Ash Thompson me rastrea y me dice todas las cosas que va a hacer por mí.
Todas las cosas que quiere hacerme.
Es el diablo que me tienta desde fuera. Papá dice que el
dinero vuelve malvada a la gente, pero los ojos de Ash Thompson me dicen lo
contrario. Su toque pecaminoso me tiene lista para burlarme del diablo y
devastar mi pureza.
Solo que la hija del predicador tiene obligaciones. No hay
forma de que pueda ir en contra de mi educación.
¿O podría yo?
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