“Confía en mí, he querido golpearte en la cara una o cinco veces”.
Cuando el hombre al que adorabas de niña se convierte en tu entrenador, se supondría que debería ser lo mejor del mundo. Palabras clave: se supondría que.
A Sal Casillas, de 27 años, no le llevó una semana preguntarse qué había visto en el icono del fútbol internacional, por qué había tenido sus carteles en la pared o por qué alguna vez había imaginado casarse con él y tener súper bebés jugadores de fútbol.
Sal había superado hace mucho tiempo la peor no ruptura en la historia de las relaciones imaginarias con un hombre que no sabía que ella existía. Así que no está preparada para esta versión de Reiner Kulti que aparece en la temporada de su equipo: una sombra tranquila y solitaria del hombre explosivo y apasionado que había sido una vez.
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