La pata del conejo se balancea en el coche, un mal presagio que decido ignorar. Su cara inocente y su oferta de llevarme son demasiado tentadoras. Lo que ella no sabe es que soy un peligroso fugitivo, un sociópata sediento de la emoción de la caza. Selena es mi conejita y estoy a punto de atraparla en mi trampa.
A medida que nos acercamos a la frontera, se agitan en mi interior emociones de las que me creía incapaz. Pero el peligro acecha a cada paso, y lo que está en juego aumenta a cada instante. ¿Qué ocurrirá cuando lleguemos a nuestro destino? ¿La dejaré marchar o la mantendré a mi lado para siempre? El juego acaba de empezar, conejita. ¿Estás lista para jugar?
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