El problema con Wake es que era comprensible. Era
el tipo de villano que literalmente te asustaba muchísimo porque sabías que, en
las circunstancias adecuadas, podías terminar exactamente como él.
Lo cual, lamentablemente, fue mi caso.
Había hecho exactamente lo mismo que Wake y ahora
era una asesina como él.
¿Sabía que hacía mal? Oh sí.
¿Me arrepentía? Diablos no.
¿Planeaba cambiar algo? Tampoco.
¿Me estaba enamorando de un hombre que debería
asustarme como la mierda? Un infernal rotundo sí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario