Mi primer año en la universidad empezó con una explosión... literalmente.
Me estrellé contra el coche de alguien. ¿Y lo que es peor? Resulta que la
persona a la que sorprendí es mi nuevo compañero de casa, Liam, estudiante de
segundo año y jugador de fútbol.
Es odio a primera vista... hasta que no lo es.
Pero aunque ya no me odie, eso no cambia el hecho de que sea heterosexual.
Al menos, yo pensaba que lo era.
Una noche, un beso, y todo lo que creía saber se pone patas arriba.
Dicen que las acciones hablan más que las palabras.
Y sus acciones me dicen que me desea.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario